Señor Director:

Es verdaderamente inquietante lo que refleja la encuesta CEP, donde 69% de los chilenos considera que «los inmigrantes elevan los índices de criminalidad». Preocupa cómo el crimen organizado se aprovecha de la crisis migratoria para expandir sus redes delincuenciales, convirtiéndose en una amenaza transnacional. ¿Por qué ocurre esto? En gran parte, por la falta de migración segura, ordenada y regular.

Actualmente, la institucionalidad no gestiona eficientemente los canales regulares, presenta dramáticos retardos en respuestas, y no genera procesos de integración real; lo que se suma a la nula colaboración del régimen venezolano al respecto. Esto deviene en pérdida de control y legitimidad, fomentando la irregularidad, la vulnerabilidad y la pobreza, creando así un ambiente propicio para el crecimiento del crimen organizado.

Es imperativo que los migrantes -muchas veces forzados a serlo- al enfrentar la encrucijada, tengan un camino regular que responda a sus necesidades oportunamente y ofrezca mayores certezas que la irregularidad, donde siempre habrá vulnerabilidad a la criminalidad y pobreza. Lamentablemente, hasta ahora, la institucionalidad ha fallado en ello.

Santiago Acosta, es Coordinador Internacional de IdeaPaís. Carta publicada en El Líbero, el 30 de Noviembre.