Señor Director:

Discrepo del enfoque propuesto por Sofía Salas (ayer) para abordar la crisis de natalidad en Chile. Sin duda, las soluciones que plantea pueden aportar a una mayor corresponsabilidad pero no necesariamente a revertir la baja natalidad. Si la clave estuviera solo en políticas económicas, el problema ya estaría resuelto. Basta mirar a Corea del Sur, donde llevan casi dos décadas aplicando medidas de ese tipo, con inversiones estratosféricas pero sin resultados.

El problema es mucho más complejo. Llevamos años desvalorizando la familia en el discurso público, presentando los compromisos de largo plazo como cadenas para los proyectos personales, y la autonomía como único ideal a aspirar. En ese relato, los hijos aparecen más como un obstáculo que como un proyecto de vida valioso. Como abordaremos en octubre en la nueva versión del Congreso Profamilia de IdeaPaís, dedicada especialmente a este tema, si seguimos exaltando únicamente los aspectos de la vida que nos hacen más autónomos y desvinculados del otro, sin reivindicar el valor de construir vínculos duraderos, difícilmente alguien querrá formar familia.

Emilia García es directora de estudios de IdeaPaís. Carta publicada en El Mercurio, el 04 de marzo.