Señor director:

A raíz de la carta a este medio de Jacqueline Deutsch y Verónica Campino me permito agregar otra arista al debate sobre la conciliación y corresponsabilidad.

A pesar de los avances en igualdad de género de los últimos años, persiste en nuestro país una distribución de tareas desigual entre hombres y mujeres. Históricamente la división sexual del trabajo ha relegado a las mujeres a la esfera privada de la vida y a los hombres a la esfera pública. Así, los padres suelen estar alejados de las labores de crianza, fundamentalmente por razones culturales, pero también por falta de políticas que incentiven y favorezcan la conciliación laboral-familiar del hombre.

Un claro ejemplo de aquello es que los padres en Chile tienen derecho a sólo cinco días de postnatal -que puede ser ampliado en caso de que la madre le traspasara parte del permiso postnatal parental, pero que menos del 0,3% lo hace-, muy por debajo del promedio OCDE de 9 semanas. Lo anterior obliga de facto a la mujer a hacerse cargo de la crianza y de conciliar su maternidad con la vida laboral y a su vez, no promueve el apego padre-hijo(a) ni la corresponsabilidad en el cuidado.

Dado lo anterior, cabe preguntarse si estamos haciendo todo lo posible por incorporar al hombre a la esfera doméstica y no solamente ideando políticas que refuerzan y agudizan la doble función de las mujeres, de madre y trabajadora.

Carta por Emilia García, Investigadora de Políticas Pública de IdeaPaís, publicada por La Tercera en la edición del 31 de agosto de 2022.