Cristián Stewart, Director Ejecutivo de Idea País: «Los expertos no son sinónimo ni garantía de neutralidad»

Los ve en tres roles: sistematizando los insumos antes del trabajo del órgano constituyente; dando información a los convencionales; y dirimir controversias sobre los principios constitucionales.

El director ejecutivo de Idea País, Cristián Stewart, abogado de la UC, de inspiración socialcristiana, es uno de los líderes jóvenes de la centroderecha. Para su formación de posgrado prefirió Europa. Hasta ahora ha hecho dos magísteres en The London School of Economics, uno en Políticas Públicas y otro en Filosofía de las Ciencias Sociales. En el segundo su tesis fue ‘Un análisis crítico al rol de los expertos en la deliberación política’, tema de moda en la discusión sobre el nuevo proyecto constitucional. Si bien es partidario del papel que juegan los expertos, no está de acuerdo que tomen decisiones porque ese rol lo atribuye al mundo político.

-¿Qué piensa de la crítica de Carlos Peña al papel del mundo intelectual frente a las revueltas?

-Peña dice que no hubo mucho análisis riguroso frente a los hechos del estallido. Esa es la crítica más desafiante, especialmente a los intelectuales del progresismo, que ‘se compraron’ rápidamente una serie de premisas en la discusión, y eso corrió el tejo y permitió aceptar como tolerable lo que en una sociedad democrática es intolerable. Coincido que lo que hubo hace tres años es violencia, pero lo más grave probablemente no fue eso, sino la validación pacífica de la violencia de parte de un sector de la ciudadanía con la venia implícita de una parte de la intelectualidad progresista.

-Entrando en materia, ¿cuál es el rol que cumplen los expertos en el tema de políticas públicas?

-Lo primero es informar a los tomadores de decisiones y se debe entender que los expertos no son necesariamente las mismas personas que toman las decisiones. En ese sentido su rol es fundamental.

‘Hay dos perfiles de expertos…’

-¿Qué perfil deben tener los expertos para que den confianzas a todos?

-Han tomado una atención en la discusión pública debido al proceso constitucional fallido y por lo deficitaria que fue la Convención Constitucional en la propuesta que se hizo. Debido a que tienen mayores conocimientos podrían tener mejores probabilidades de llegar a juicios basados en la evidencia o más objetivos en el tema. Pero no significa que tenga que haber perfiles determinados.

-¿Entonces?

-Hay dos perfiles de expertos: uno, es el que tenga que ver con los temas constitucionales propiamente tal. Y otro, relacionado con algo que no hubo en la CC, que fue la falta de visión presupuestaria, la falta de visión regulatoria, de cómo impactaban las propuestas a nivel sectorial de pesca, minería, agua, seguridad y otros. Pero es muy importante considerar que los expertos no son neutrales.

-¿Coincide con Jaime Bassa en que no son sinónimo de neutralidad?

-Absolutamente, estoy de acuerdo. Decir que los expertos son neutrales es un engaño que hace daño a la discusión.

-¿Cuál es su razón?

– Los planteamientos en general de los expertos en cuestiones públicas obedecen a sus propias concepciones filosóficas. Por eso me parece que es muy importante que se entienda que no son sinónimo ni garantía de neutralidad

-¿Hay que incluirlos con un rol incidente en el nuevo órgano que redacte la Constitución? ¿Qué rol deben tener?

-Deberían tener tres roles. El primero es que debe ser designado un Comité de Expertos antes del trabajo del órgano constitucional para que hagan una labor previa muy importante de sistematización de los múltiples insumos que ya existen, para construir una base de conversación en materia de contenido. El segundo es informar para la deliberación, o sea, fortalecer con información a los políticos democráticamente electos, antes que de remplazarlos. Lo tercero es respaldar la labor de que los principios constitucionales no sean simbólicos y sean límites que se hagan valer en la práctica. Los expertos son un muy buen mecanismo para que se dirima en caso de que existan controversias respecto de la vulneración de los límites.

-¿Dirimir estando dentro o fuera del órgano redactor de la Constitución?

-Sí pueden ser dirimentes como un agente externo. Tiene legitimidad que las personas que más saben de estos temas puedan dirimir este tipo de controversias. En principio, los expertos deberían funcionar desde un Comité y yo lo veo claro fuera de la Convención, porque si funcionan dentro no pueden tener los mismos roles y atribuciones del convencionales electos.

-¿Qué criterios se debe tener para elegir expertos y quiénes? ¿Los partidos, rectores de universidades, voto popular?

-Como los expertos no son neutrales y se involucran asuntos jurídicos y políticos, pues tienen su visión filosófica, lo mejor es que los partidos políticos elijan a quienes los representen en este Comité de Expertos, de acuerdo a la proporcionalidad del Senado. El Senado es el órgano que participa en general del nombramiento de cargos del Estado. Entonces se conectaría con esa parte de la tradición jurídica de Chile que es importante rescatar.

Personas electas entregan legitimidad social al texto

-Usted ha planteado que ‘el rol de los expertos, más bien, debe consistir en fortalecer a los políticos, y no en reemplazarlos en su quehacer’. Pero las constituciones de 1833 y 1925 fueron redactadas por expertos.

-Sí efectivamente las hicieron expertos. Pero como hoy una de las principales carencias que tiene la Constitución actual, razón por la cual mucha gente dice que está muerta sociológicamente, es no contar con legitimidad social, es muy relevante que exista participación democrática en la construcción de esta Constitución, y por eso mismo es relevante que existan personas democráticamente electas.

-¿No se corre riesgo otra vez que la escriba gente que no es experta? Ya pasó una vez.

-O sea, riesgo hay, pero se tienen que cuidar a través de una presencia permanente de expertos que acompañen el proceso.

-En las encuestas crece en la ciudadanía la idea de una Convención Mixta (y electos y expertos) ¿Es posible?

-En la medida en que tengan roles distintos no es tan problemático. A mí lo que me complica es que se elijan expertos para que redacten una Constitución por razones de sus competencias académicas, y terminen actuando en virtud de su visión política. Ese es el gran problema que tienen los expertos. En la medida que tengan roles distintos, no creo que haya problemas si están dentro o fuera de la Convención. Lo relevante es que tengan roles y funciones distintas, porque los expertos tienen otras características, otras habilidades que los hacen más adecuados para su rol que consiste en asesorar e intentar informar de la manera más amplia posible a aquellos que toman las decisiones al final.