Señor director,
Me sumo a la preocupación de Roberto Bravo y Matías Reeves, sobre la relevancia de incentivar que los mejores estudien pedagogía. Tal como dice Reeves debemos asegurar las condiciones para que quieran ingresar, y luego no deserten en los primeros años. Sin embargo, discrepo con que sea el sueldo el principal motivo de desinterés.
Los jóvenes, especialmente los más talentosos, buscan carreras donde puedan desarrollarse profesionalmente y, lamentablemente, las escuelas hoy no cumplen con esas expectativas. En parte por la falta de autonomía para la toma de decisiones y la innovación, la dificultad para crecer dentro de la escuela y el mal clima laboral y de convivencia.
Atraer y retener a los mejores, exige volver a hacer de las escuelas espacios atractivos profesionalmente, con equipos directivos robustos con capacidad de decisión para incentivar la innovación y desarrollar el potencial profesional de sus docentes. A su vez, necesitamos controlar la violencia escolar, lo que permitirá generar espacios adecuados de trabajo. Si bien el sueldo importa, estos aspectos cualitativos son claves para incentivar la decisión de los jóvenes.
Magdalena Vergara es Directora de estudios de IdeaPaís. Carta publicada en El Mercurio, el 29 de enero.