Señor director,
Los Estados de Excepción son restricciones extraordinarias que se imponen a las garantías para tutelar el ejercicio de los derechos afectados en ocasiones muy graves o en tiempos de crisis institucional. En Chile este 16 de mayo se cumple un año desde que se decretó el Estado de Emergencia – por grave alteración del orden público – en la Araucanía.
Si bien en un principio la medida permitió una importante reducción en ataques incendiarios a camiones, maquinaria, vivienda y usurpación de predios, con el tiempo se ha tornado insuficiente dado el crecimiento paulatino en las últimas semanas de los hechos de violencia. Tras 23 prórrogas y a la espera de que se vote una nueva extensión durante esta semana, el narcotráfico y el crimen organizado siguen siendo fuente de inseguridad en la población de la región llegando al punto de hablarse de la necesaria declaración del Estado de Sitio -guerra interna o grave conmoción interior- en la macrozona sur.
Llamar a Estados de Excepción y proponer la creación de una Comisión de Paz no puede ser la única gestión del gobierno para atacar los problemas en la región. Es necesario adoptar medidas que, por ejemplo, entreguen más facultades a los organismos de inteligencia. En ningún caso hay que perder de vista que el Estado de Emergencia y el de Sitio no son medidas de permanencia en el tiempo sino de naturaleza excepcional que deben tender a desaparecer, no a perpetuarse.
Beatriz López, investigadora de IdeaPaís, carta publicada por el diario La Segunda en la edición 16 de mayo