Señor director:

 

Recientemente se publicaron los resultados de la beca ANID (Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, a cargo del Ministerio de Ciencia) de Doctorado Nacional 2023. La novedad fue que por primera vez se adjudicaron según el criterio de paridad de género, medida que implicó un puntaje diferenciado de corte entre hombres y mujeres (4.385 y 4.263 respectivamente).

 

Desde el ministerio han dicho que se busca aumentar la representación femenina en posgrados, que actualmente roza el 43% -sin contar que de ella solo el 37% egresa–. El problema de fondo, sin embargo, radica en que la medida desconoce si la brecha que existía hasta el año anterior obedece a una imposibilidad de acceso a programas de doctorado, o al interés por parte de las mujeres en continuar con una carrera científica. Según las cifras de ANID de 2022, el 42.8% de los postulantes son mujeres y el 57.2% hombres. En esa medida, la desigualdad en la adjudicación de las becas proviene de la postulación, no del proceso de evaluación y adjudicación de la misma.

 

No es deducible que la ausencia de mujeres en la academia se deba principalmente a la falta de financiamiento, sino a otras razones más poderosas para decidir no seguir estudiando. Por lo tanto, si el objetivo es aumentar la representación femenina en la ciencia, la política del gobierno debe apuntar a medidas que compatibilicen la maternidad con la academia, o que propendan la compatibilidad laboral y familiar de las mujeres académicas.

 

Beatriz López, Investigadora de IdeaPaís, publicada por diario El Mercurio en la edición del 24 de Febrero de 2023