Señor Director:
La tasa de natalidad en Chile cae año a año, tendencia que se ha vuelto inalterable. Se advierte que este fenómeno encuentra sus causas en el desarrollo de políticas de planificación familiar pero también en la decisión deliberada de miles de mujeres que priorizan su desarrollo profesional por sobre la maternidad. Esto hace sentido sobre todo al constatar —como lo hace Claudia Goldin en su trabajo que le mereció un Nobel— que brechas de género como la salarial comienzan a la par de la maternidad.
La familia, núcleo fundamental de la sociedad, se ve entonces sumida en una crisis causada, entre otras cosas, por esta necesidad impositiva que enfrentan las mujeres de discernir dicotómicamente entre tener hijos —y exponerse a las brechas de género subyacentes—, o bien, priorizar una carrera profesional —y posponer o renunciar a la maternidad para eximirse, hasta cierto punto, de estas brechas—.
Ante esto, urge diseñar políticas que permitan una mayor conciliación entre la maternidad y el desarrollo profesional de las mujeres —sala cuna universal, postnatal masculino, flexibilidad laboral por mencionar algunas—, pues hacer frente a estas inequidades es también hacer frente a la crisis en que se encuentra sumida la familia.
Juan Pablo Lira, es Investigador de IdeaPaís. Carta publicada en La Tercera, el 2 de diciembre.