Señor director,

Diez de los partidos políticos que forman parte del gobierno —todos en contra de la propuesta constitucional— se han comprometido a no propiciar la discusión constitucional si se rechaza dicha propuesta. Loable declaración, pero sencillamente irrisoria, pues no se trata de cualquier grupo.

Se trata de los mismos partidos que nos dijeron, por mucho tiempo, que sin una nueva Constitución no podríamos mejorar la salud, la educación o las pensiones. Los que nos han dicho por años que la vigente es una Constitución ilegítima (la Constitución de Pinochet o de «los cuatro generales»), hasta que, por arte de magia, hace unos días pasó a ser la legítima Constitución de Lagos. Los mismos que antes dijeron que la necesidad de una nueva Constitución, que permita establecer un nuevo modelo político, económico y social, era una pretensión fundamental del pueblo, ahora señalan que «hoy» (y no mañana) desisten de empujar un nuevo proceso constitucional.

Los mismos partidos que hace tres años, en una declaración similar, señalaron que «por la vía de los hechos» —que en castellano significa violencia— los ciudadanos habían establecido un proceso constituyente en el país, ¿por qué creerles ahora que de darse circunstancias análogas no propiciarán un nuevo proceso?

Cristián Stewart, es Director ejecutivo de IdeaPaís, y Magdalena Vergara, es Directora de estudios de Ejecutivo de IdeaPaís. Carta publicada en La Segunda, el 28 de Noviembre.