Señor Director:
Su página editorial titulada Primera Dama (domingo) invita una vez más a reflexionar sobre este controvertido rol que le tocaba asumir a la cónyuge del primer mandatario. A raíz del sensible fallecimiento del expresidente Piñera, pudimos volver a observar y valorar a quien fue su compañera de vida y gran fortaleza del difunto presidente. Tal vez no es del todo descabellado sostener, dado que consideramos a la familia como la institución más fundamental y esencial para el ser humano, que aquel que deba regalar cuatro años de su vida —sin horario, ni vacaciones ni feriados largos, como describe Sergio Urzua— al servicio público, lo haga codo a codo de su más grande compañera.
Emilia García es Investigadora de IdeaPaís. Carta publicada en El Mercurio, el 13 de febrero.