Señor Director:

“Salud Oportuna”, una iniciativa implementada en el Hospital Padre Hurtado, diseñada por el Laboratorio de Innovación Pública UC (LIP), apoyada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Salud (MINSAL), disminuyó un 97% su lista de espera en dos años. Esto, además de ser una auspiciosa noticia -pues resuelve uno de los principales problemas del sistema de salud-, es también un excelente ejemplo de lo necesaria que es la participación de la sociedad civil y el sector privado en la solución de problemas públicos.

El LIP trabajó en esto por 5 años, haciéndose un excelente conocedor en el tema. Por su parte, desde 1959 el BID apoya la implementación de políticas que atienden urgencias sociales. Así, existen organismos técnicos, especialistas en temas que, muchas veces, al Estado se le escapan de las manos… y es que el aparato público debe ser profesional en conocer las urgencias de la ciudadanía y promover su bien, mas no buscar ser un único proveedor.

Parte del desafío de este y los próximos gobiernos es modernizar el Estado, y una buena -y comprobada- manera de hacer eficiente su gestión e innovar en políticas públicas es fomentando este tipo de colaboración. Dejemos que cada pastelero haga sus pasteles.

Daniel Guzmán es Subdirectora de Investigación de IdeaPaís. Carta publicada en El Líbero, el 15 de febrero.