Señor director:

La discusión previsional sigue estancada. El gobierno insiste con el reparto, soslayando las múltiples advertencias que le subyacen, mientras la oposición –o parte de ella– en que no apoyarán mecanismos de solidaridad que no provengan de impuestos generales.

Si bien el Pilar Solidario es efectivo en asistir a los pensionados, no está diseñado para corregir inequidades subyacentes al sistema como las diferencias entre grupos socioeconómicos, de género o asistir a personas dependientes y sus cuidadores.

Asaltan, entonces, las dudas: ¿cómo avanzar, hacia un sistema más solidario, sin caer en la errática idea del reparto ni cargar la mano irresponsablemente al fisco? Una opción sería la solidaridad intrageneracional, que consiste en redistribuir, en forma instantánea, parte de la cotización adicional a las cuentas individuales de los trabajadores formales. Esta medida tendría beneficios significativos, como un aumento en las pensiones autofinanciadas, un estímulo al ahorro y la formalidad, así como la incorporación de mecanismos de solidaridad para subsanar las desventajas actuales. Una alternativa como esta, solidaria, responsable, de bajo costo y fácil implementación podría ser la clave para un acercamiento definitivo entre las partes involucradas. Pero más fuerte es la ideología.

Juan Pablo Lira es Investigador de IdeaPaís. Carta publicada en El Diario Financiero, el 12 de enero.